Competencia Interna Víctimas del Deber 2021

Discurso de homenaje, a la memoria del Mártir Daniel Castro Bravo
Caído en Cumplimiento del Deber el 19 de octubre de 2005.

Es miércoles 19 de octubre del año 2005, como cualquier otra jornada, un grupo de voluntarios de la “Claro y Abasolo” se reúnen en la “Mesa de los Bomberos”, que por ese entonces no estaba en la terraza del Cuartel, sino que se encontraba ubicada en el casino mismo, a un costado de la barra. Entre aquellos voluntarios que ese día se encontraban aquí, estaban el Teniente Tercero (i) y ex voluntario Pablo Detaille, el ex voluntario Juan Manuel Pinto y arribando recientemente al Cuartel, el Intendente Daniel Castro.

Es ahí entonces, cuando la grata conversación que sostenían como cada día, es interrumpida a las 13:40 horas por los viejos tonos de la Compañía, la caída de los timbres, y la voz nerviosa y apurada de la Operadora de Turno de la Central de Alarmas, que despachaba a la Tercera a un 10-0 en las intersecciones de Fray Camilo Henríquez y Santa Isabel, por lo que, como siempre se hacía, rápidamente se levantaron todos de la mesa, tomaron sus uniformes y tripularon nuestra Bomba B-3.

Al enfilar por Avenida Vicuña Mackenna hacia el sur, se constató inmediatamente que el almuerzo que compartían se aplazaría, puesto que una densa columna de humo negro se divisaba con claridad, el Teniente (i) solicita a la Central la naturaleza del lugar y esta le informa que se trataría de una Mueblería, por lo que Daniel, con la responsabilidad de ser el más antiguo en la cabina, comenzó a distribuir las tareas que deberían realizar para atacar el fuego apenas arribaran al lugar.

Una vez llegada la máquina, casi de manera simultánea todos los que habían tripulado, incluido el Intendente Daniel Castro, sugerían al unísono al Teniente (i) que diera la alarma de incendio.

En efecto, se trataba de una gran mueblería, una imprenta y un servicio de correo privado del centro de Santiago envueltos completamente por las llamas, por lo que rápidamente se comienza a desplegar la armada base de la Compañía por el mismo Daniel: por favor imaginen su compromiso a los 72 años haciendo ese pesado trabajo que muchas veces a nosotros mismos nos ha fatigado, mientras el resto de los voluntarios que habían tripulado comienzan a posicionar los pitones para comenzar el ataque del fuego.

Ahora, y especialmente a los más jóvenes, les contaré quien era Daniel: Daniel, a mediados del siglo XX, era un joven de impetuosos 17 años con un espíritu de servicio tremendo.

Él, ingresó a la Bomba Claro y Abasolo el martes 11 de abril de 1950, siendo Guardián del Viejo Cuartel de Santo Domingo, donde aprendió a ser Bombero y donde permaneció por más de 8 años compartiendo su juventud, con muchos de los queridos viejos tercerinos que hoy nos acompañan.

Entrada ya su adultez, Daniel se incorpora a la Policía de Investigaciones, donde realiza la mayor parte de su vida profesional y se reincorpora a la Tercera en la década de los 80´, donde con el mismo ímpetu que a sus 17 años cuando realiza su primer juramento frente a nuestra testera, destaca prontamente ejerciendo el cargo de Ayudante, Consejero de Disciplina, Ayudante de Comandancia en el Cuartel General, y el de Intendente en diversos períodos hasta el día de su martirologio el año 2005.

Daniel, nunca dejó de lado su corazón Tercerino, y desde su reincorporación, cada día de su vida estuvo presente en el diario vivir de la Compañía.

El día de su último incendio, ese lejano 19 de octubre, no fue distinto, y tal como siempre, se dispuso presto a combatir las llamas como cada uno de nuestros valientes mártires que lo antecedieron en el sacrificio sublime de sus vidas.

Volviendo al relato del incendio, en el lugar trabajan nueve Compañías y cerca de 120 Bomberos de la Institución.

Con el correr de los minutos, y ya con un cansancio y malestar evidente, Daniel se acerca a nuestra B-3 para ser derivado prontamente al Hospital del Trabajador en la ambulancia del Cuerpo, Y tal como dijera nuestro ex Director Jorge Echeverría en las puertas del Campo Santo el 21 de octubre de 2005, imaginemos que en esa vieja ambulancia, Daniel cerró sus ojos sintiendo en su mejilla el beso tibio de su hija Andrea y recordemos que él, nos dio la mejor lección, preocupándose de cada detalle en el ejercicio de su cargo, siendo primero un gran Tercerino y luego un Oficial ejemplar.

Sepamos entonces que, Daniel nos dejó cumpliendo su deber, el deber institucional que el encarnó e hizo propio, y a escasas 2 cuadras del Cuartel, formó su Compañía y el Cuerpo entero en una oscura noche para retirar sus restos mortales y en solemne procesión traerlos a este Cuartel.

Transcurridos 16 años ya, sabemos que Daniel está en compañía de su amada compañera de vida Gloria y su hija Andrea, y esperemos que sea este homenaje, el justo recuerdo a la memoria, de nuestro amigo y compañero, víctima del deber de nuestra causa.

Finalizando, permítanme recordar las palabras que dejara su amigo, colega y compañero en las filas de nuestra Tercera, don Hernán Fuenzalida Fuenzalida, en su hoja de servicios, recordándonos que Daniel “Murió valientemente mientras luchaba con nuestro enemigo, el fuego, en el incendio de Fray Camilo Henríquez y Santa Isabel”